La Guardia Civil de La Robla instruye un presunto delito de maltrato animal cometido el pasado 20 de noviembre en la localidad de Cuadros. Un hombre de esta localidad ha sido denunciado por matar presuntamente al gato de su vecina al que «molió» a palos para más tarde arrojarlo al contenedor que hay enfrente de su casa envuelto en un saco. La denunciante, una vecina de Cuadros, venía observando desde hace tiempo como sus gatos desaparecían sin ninguna explicación aparente, quedarse finalmente con dos, entre ellos un precioso cachorro negro. Preocupada por la situación, se lo comentó a su vecino, por sí él había visto algo, o sabía del paradero de sus mascotas, ante lo que él le dijo que probablemente habrían sido víctimas de los zorros que merodeaban por la zona. No contenta con la explicación, la mujer comenzó a sospechar de su vecino, por lo que instaló cámaras de seguridad en su propia casa para averiguar que estaba pasado con sus animales cuando salían de casa. «Como teníamos tanto miedo teníamos al gato muy protegido, por miedo a que le pasara lo que al resto», relata la denunciante. Fue el pasado 20 de noviembre, cuando al venir de trabajar vio que el gato no estaba en casa ni la estaba esperando en la puerta de la casa como de costumbre. También observó como su vecino limpiaba la entrada de su casa con una manguera lo que parecía ser sangre. Alarmada, visionó las cámaras de seguridad y observó como el felino se coló en la casa de su vecino, como si le estuviera llamando la atención algo.  La mujer se puso en contacto en él quien negó que le hubiera visto. La siguiente imagen que visionó la mujer es cómo su vecino arrojaba un saco en el contenedor de en frente de su casa y pensó, «ahí está mi gato».  Ella junto a su marido se dirigieron hacia el contenedor y sacaron el saco donde efectivamente estaba el animal con la cabeza totalmente destrozada. En ese momento, al ser recriminado por la pareja, el hombre reconoció los hechos y fuera de sí, según consta en la denuncia, comenzó a agredir a sus vecinos, alegando que el gato había entrado en su propiedad para comerle el pienso a de su gato y que «si otro gato volvía a entrar lo volvería a matar». Ante la gravedad de estos hechos, la familia puso una denuncia ante la  Guardia Civil, que  ha iniciado las diligencias por un presunto delito de maltrato animal, para lo que están previstas penas de prisión de 12 a 24 meses y de 2 a 4 años de inhabilitación profesional. La mujer quiere que se conozca su historia para que «nade más pase por esto, ya que el dolor por perder así a tu mascota es insoportable».