Tras semanas de especulación y rumores, el misterio que envolvía a la carcasa instalada en la carretera de Carbajal ha llegado a su fin. Desde ayer por la mañana, el radar ha dejado de ser un elemento decorativo para convertirse en un dispositivo plenamente operativo. La empresa encargada del mantenimiento de los aparatos de control de velocidad en la ciudad ha reactivado el dispositivo, colgado de la misma estructura que durante meses sembró dudas entre los conductores. Situado a la altura de la incorporación desde la calle Santos Ovejero, el radar se convirtió en motivo de conversación habitual entre automovilistas, quienes pasaban por debajo sin saber si aquel cajetín escondía una cámara o si se trataba solo de una caja vacía. La respuesta, ahora, se revela con claridad: ya no hace falta esperar una notificación oficial para saber que el radar está funcionando. Desde primeras horas del lunes, varios conductores han notado destellos inequívocos que indican la toma de imágenes, confirmando lo que durante semanas fue solo sospecha. Con esta reactivación, el Ayuntamiento pretende reforzar la seguridad vial en una vía que registra un volumen constante de tráfico. Desde la Concejalía de Tráfico no se ha emitido aún un comunicado oficial, pero no se descarta que esta medida se integre dentro de un plan más amplio de control y prevención de excesos de velocidad. Por el momento, lo único cierto es que la caja ya no es un simple envoltorio. Y que más de un conductor, esta vez, lo sabrá por experiencia propia.